🧛 9 VAMPIROS MÍTICOS 🧛

imagen de un cementerio denoche

Los vampiros son una de las criaturas más abundantes en la literatura de fantasía y de terror desde muy antiguo. Sin embargo, su tratamiento ha ido variando con el transcurso de la historia, así como sus características.

Por ello, hoy os traigo 9 historias de vampiros que han contribuido a crear y mantener la popularidad de estos legendarios seres en la literatura y otros medios.

Como siempre, la lista se organiza cronológicamente según la fecha de publicación.

1,- «El Vampiro» de John William Polidori (1819)

portada de el vampiro
«El Vampiro» de John William Polidori (1819)

Polidori era el médico personal de lord Byron, a la vez que literato. Se hallaba junto con el aristócrata y Percey y Mary Shelley en la famosa reunión del verano de 1816, en la que el mal tiempo impulsó a los amigos a entretenerse contando historias de miedo, y en la que lord Byron propuso que cada uno compusiera la suya propia.

En esta entrada podéis saber más sobre aquella mítica reunión y sus resultados.

retrato de John William Polidori
John William Polidori (1795-1821)

Byron y Shelley pronto se cansaron y abandonaron la idea de crear una historia. Sin embargo, tanto Mary como Polidori siguieron adelante. Éste último, tomó el poema inacabado de Byron y compuso «El Vampiro» que no alcanzó gran éxito, pero que creó el modelo de vampiro romántico, como aristócrata refinado y seductor, que tanto ha influido en los autores posteriores y en la imagen que hasta hoy todos tenemos de los vampiros.

2,- «Carmilla» de Sheridan Le Fanu (1872)

portada del libro carmilla
«Carmilla» de Sheridan Le Fanu (1872)

El principal mérito de este libro es haber introducido por primera vez la figura de la mujer vampiro.

La protagonista está inspirada en Elizabeth Bathory, la condesa sangrienta, aristócrata húngara que vivió entre los siglos XVI y XVII, de quien se aseguraba que había asesinado a más de 600 mujeres para bañarse en su sangre.

retrato de Sheridan Le Fanu
Sheridan Le Fanu (1814-1873)

Otra novedad que introduce este libro es el llamado «ciclo del vampiro»: ataque del vampiro, muerte de la víctima, resurrección como nuevo vampiro, y caza y destrucción del vampiro original.

Este ciclo se repetirá constantemente en la literatura del género desde entonces.

3,- «Drácula» de Bram Stoker (1897)

portada de drácula
«Drácula» de Bram Stoker (1897)

De nuevo, el protagonista es un aristócrata. En esta ocasión, el autor irlandés se inspiró en Vlad Tepes, apodado Dracul, que le sirvió para nombrar a su conde Drácula, el vampiro más famoso de todos los tiempos.

retrato de bram stoker
Bram Stoker (1847-1912)

Este Vlad Tepes fue un príncipe valaco del siglo XVI, que se ganó una espeluznante reputación por la crueldad con que trataba a sus enemigos.

Sin embargo, Stoker se limitó al nombre, ya que su personaje nada tiene que ver con el príncipe histórico. Su protagonista es un conde de Transilvania, que vive en un castillo, sólo sale de noche, y es un no muerto que se alimenta de la sangre de sus víctimas, a las que muerde en el cuello, convirtiéndolas a su vez en vampiros.

Este personaje ha sido innumerables veces llevado al cine, como puedes comprobar en esta entrada

4,- «Soy Leyenda» de Richard Matheson (1954)

portada de soy leyenda
«Soy Leyenda» de Richard Matheson (1954)

Mediado ya el siglo XX, se publicó esta obra que mezcla el género de vampiros con la ciencia ficción en una distopía futurista.

Aquí los vampiros ya no son elegantes aristócratas, y no tienen nada de seductor ni de glamuroso.

fotografía de richard matheson
Richard Matheson (1926-2013)

El autor nos presenta un mundo asolado tras una guerra bacteriológica, en el que el único humano superviviente ha de enfrentarse a los ataques del resto convertidos en vampiros, aprovechando el día para matar todos los que pueda.

5,- «El Misterio de Salem’s Lot» de Stephen King (1975)

portada de el misterio de salem's lot
«El Misterio de Salem’s Lot» de Stephen King (1975)

Se trata de la segunda novela publicada por el rey del terror. En ella, los vampiros son de nuevo aquellas criaturas malignas sedientas de sangre de las leyendas tradicionales.

fotografía de stephen king
Stephen King (1947-)

Raptan niños y chupan la sangre de los animales, sembrando el terror en un tranquilo pueblo.

6,- La serie de novelas «Crónicas Vampíricas) de Anne Rice (1976-2003)

libros de crónicas vampíricas
«Crónicas Vampíricas» de Anne Rice (1976-2003)
«Entrevista con el Vampiro» de Anne Rice (1976)

La serie consta de más de 10 novelas que se vienen publicando desde 1976, que han revitalizado la figura del vampiro a nivel popular con gran éxito.

foto de anne rice
Anne Rice (1941-)

Los vampiros de Rice son distintos a los tradicionales. No son seres crueles, poseen gran capacidad de amar, y muchos incluso se sienten mal por tener que matar para alimentarse, lo que les causa remordimientos. Los libros son:

  • «Entrevista con el Vampiro» (1976)
  • «Lestat el Vampiro» (1985)
  • «La Reina de los Condenados» (1988)
  • «El Ladrón de Cuerpos» (1992)
  • «Memnoch el Diablo» (1995)
  • «El Vampiro Armand» (1998)
  • «Merrick» (2000)
  • «Sangre y Oro» (2001)
  • «El Santuario» (2002)
  • «Cántico de Sangre» (2003)

7,- «El Ansia» de Whitley Strieber (1981)

portada de el ansia
«El Ansia» de Whitley Strieber (1981)

En esta novela se establece por primera vez la premisa de que los vampiros son una especie en sí mismos, diferente de la especie humana.

foto de whitlwy atruebwe
Whitley Strieber (1945-)

Nuevamente nos encontramos aquí con una mujer vampiro como protagonista de la historia.

8,- «Déjame Entrar» de John Ajvide Lindqvist (2004)

Esta novela narra la relación entre un niño de 12 años y una niña que aparenta la misma edad, pero que es en realidad una vampira de más de 200 años.

Se tratan aquí temas muy perturbadores como la pederastia y los malos tratos.

9,- La saga «Crepúsculo» de Stephenie Meyer (2005-)

libros de crepúsculo
Saga «Crepúsculo» de Stephanie Meyer (2005)
portada de crepúsculo
«Crepúsculo» de Stephanie Meyer (2005)

Por último, llegamos a los vampiros más populares del siglo XXI.

Los libros están destinados al público juvenil, y en ellos, los vampiros adolescentes están muy alejados de los monstruos sedientos de sangre de las leyendas tradicionales. Siendo más historias románticas para adolescentes que de terror.

Se han publicado 5 libros hasta el momento:

foto de stephenie meyer
Stephenie Meyer /1973)
  • «Crepúsculo» (2005)
  • «Luna Nueva» (2006)
  • «Eclipse» (2007)
  • «Amanecer» (2008)
  • «La Segunda Vida de Bree Tanner» (2010)

Si este artículo te ha resultado interesante, déjame tu opinión en los comentarios. También te puede gustar el vídeo que lo acompaña.

Mary Shelley, la madre de la ciencia ficción

En efecto, podemos catalogar a Mary Shelley como la madre de la ciencia ficción, ya que fue autora de «Frankenstein o el Nuevo Prometeo», obra considerada como la primera de este género.

Si te interesan novelas como ésta, no dejes de leer esta entrada/

Mary Wollstonecraft, filósofa, feminista y madre de Mary Shelley

retrato de la filósofa Mary Wollstonecraft
Mary Wollstonecraft (1759-1797), madre de Mary Shelley

Mary Shelley (nacida Mary Wollstonecraft Godwin) vino al mundo el 30 de agosto de 1797 en Londres.

Su madre fue la filósofa feminista Mary Wollstonecraft y su padre, William Godwin, escritor y político precursor de las ideas anarquistas.

 

La madre de Mary fue una mujer poco común para su época que consiguió vivir y establecerse como escritora.

Retrato del escritor y político William Godwin
William Godwin (1756-1836), padre de Mary Shelley

Creía firmemente que las mujeres no son inferiores intelectualmente a los hombres, sino que reciben peor educación. 

Plasmó sus ideas que anticipan el feminismo en su obra «Vindicación de los derechos de la mujer» de 1792, donde afirmaba que las mujeres debían ser tratadas como seres racionales igual que los hombres.

En 1794, dio a luz a una niña a la que llamó Fanny, producto de su relación con el aventurero americano Gilbert Imlay. Fracasada esta relación, comenzó otra con William Godwin al que ya conocía de antes. Cuando quedó nuevamente embarazada, decidieron casarse. Godwin aceptó a la hija que Mary había tenido antes, por lo que fue criticado.

Godwin era un filósofo y político radical que había sido sacerdote calvinista, pero que abandonó su carrera eclesiástica.

En plena Revolución Francesa, e influido por los enciclopedistas, se convirtió en un pionero de las ideas anarquistas.

 

 

 

Los primeros años

Retrato de Mary Shelley de niña
Los primeros años de Mary

Después de casarse, los Godwin se instalaron en Londres, y el 30 de agosto de 1797 Mary dio a luz a su segunda hija, que llevaría su mismo nombre.

Lamentablemente, hubo complicaciones en el parto, y 11 días después, la madre murió tras larga agonía. William quedó completamente devastado, ya que estaba profundamente enamorado de su esposa.

Imagen de un diario manuscrito
Página del diario del padre de Mary en la que narra su nacimiento.

De modo que William se quedó sólo a cargo de dos niñas, su hija recién nacida y la de su esposa.

Un año después, publicó unas memorias hablando de su difunta esposa, las cuales pretendió que fueran un tributo, pero que relataban las poco convencionales circunstancias de vida de la filósofa, y por ello, fueron consideradas escandalosas.

En 1801, William volvió a casarse, esta vez con su vecina, Jane Clairmont, una viuda que ya tenía dos hijos. La relación de Mary con su madrastra fue siempre mala, no así con sus hermanastros. Junto a su nueva esposa, William, fundó una librería.

La educación de Mary fue bastante informal. Tenía acceso a la biblioteca de su padre y pudo leer las obras de su madre, por la que sentía una gran devoción. También tuvo contacto con los numerosos intelectuales de todo tipo que visitaban a su padre.

Aunque éste no la educara siguiendo la filosofía de su difunta madre, Mary recibió una educación bastante adelantada para una niña de su época. Las lecturas y el ambiente intelectualmente estimulante tuvieron su efecto, y con sólo 10 años, Mary compuso un breve poemario que encantó a su padre.

En 1812, William envió a Mary de 15 años a vivir con una familia amiga a Escocia. La joven permanecería allí por 10 meses. Y nuevamente en 1813. Mary regresaría definitivamente a Londres en 1814. Entre ambas estancias en el norte, debió de conocer al poeta Percy Shelley.

 

 

Percy Shelley

Retrato del poeta Percy Shelley
Percy Shelley (1792-1822)

Éste era un joven aristócrata, pero seguidor de las ideas radicales y la doctrina anarquista que propugnaba el padre de Mary. A pesar de su juventud, estaba ya casado y tenía dos hijos. Pero no dudaba en abandonar a su familia para hacer visitas frecuentes a la librería de los Godwin. Allí conocería a Mary que por entonces tenía 16 años.

El joven había prometido hacerse cargo de las deudas de William Godwin, que eran muy cuantiosas, pero después de un tiempo, no cumplió su promesa.

Percy y Mary se encontraban secretamente junto a la tumba de la madre de la joven, a donde ella solía huir de las desavenencias con su madrastra. Ambos se enamoraron y comenzaron una relación. El padre de Mary la dasaprobaba temiendo la ruina de la reputación de su hija.

Sin embargo, Mary decidió escaparse con su amante. En junio de 1814 huyeron a Francia llevandose con ellos a Claire Clairmont, hermanastra de Mary. Viajaron por Francia y Suiza, aunque al quedarse sin dinero, tuvieron que regresar a Inglaterra, a donde llegaron en septiembre de aquel mismo año.

Se encontraron entonces, a su regreso a Londres, sin dinero y con Mary embarazada. Ella se sintió consternada cuando su padre se negó a ayudarla. Sin embargo, la pareja, junto con Claire, continuó dedicándose a la literatura y a recibir a los amigos de Percy, mientras eran acosados por los acreedores. En febrero de 1815, Mary dio a luz a una niña prematura que murió.

 

Retrato del segundo hijo de Mary Shelley con 3 años
William Shelley (1816-1819)

Mary se sumió en una profunda depresión por la pérdida de su hija. Sin embargo, pronto quedó nuevamente embarazada, y la situación económica de la pareja mejoró cuando Percy recibió la herencia de su abuelo. En enero de 1816, nació William. su segundo hijo.

El año sin verano y el monstruo de Frankenstein

Retrato de Mary Shelley joven
Mary Shelley en su juventud

En mayo de 1816, la joven familia y Claire Clairmont viajaron a Suiza. Tenían la intención de pasar el verano a orillas del lago de Ginebra en compañía del poeta Lord Byron.

Claire, la hermanastra de Mary, había tenido un romance con él, y se hallaba ambarazada.

En Ginebra se reubieron con Lord Byron y su amigo el joven médico John William Polidori, y alquilaron una casa para pasar el verano.

Imagen de la casa llamada Villa Diodati
Villa Diodati junto al lago Ginebra

Aquel año de 1816 es conocido como el año sin verano, a causa de la erupción del volcán Tambora en Indonesia, que cubrió el cielo de cenizas causando el descenso de las temperaturas en todo el mundo.

Debido a ello, el tiempo era frío y lluvioso, obligando al grupo de amigos a permanecer encerrados en la casa días y días. Durante aquellas interminables jornadas, se dedicaban a charlar de los temas más en voga del momento. Y ninguno estaba más de actualidad que los incesantes avances científicos que se estaban realizando, y más convretamente, los relativos a la electricidad.

La sociedad culta del momento estaba fascinada por los asombrosos experimentos realizados en este campo por numerosos científicos, aplicando corrientes eléctricas a cuerpos sin vida, y observando con asombro los resultados.

El grupo de amigos pasaban el tiempo comentando los experimentos de Erasmus Darwin entre otros, de quien se decía que había logrado animar cadáveres. Discutían animadamente sobre las posibilidades de esa revolucionaria técnica, y amenizaban las horas delante del fuego leyendo historias de fantasmas. En este ambiente, un día Byron propuso al grupo que cada uno escribiera su propia historia sobrenatural.

 

página manuscrita de la novela Frankenstein
Borrador de «Frankenstein»

Tanto Byron como Shelley, ambos poetas, abandonaron pronto la idea. Sin embargo, Mary se lo tomó como un reto, y comenzaba a sentirse frustrada porque no se le ocurría nada, hasta que pocos días después, durante una noche de tormenta, tuvo una pesadilla que sería la inspiración para su fabulosa historia.

En septiembre Mary, Percy y Claire regresaron a Inglaterra y se instalaron en Bath, donde esperaban que el embarazo de Claire pasara desapercibido. Allí, Mary recibió una carte desesperada de su medio hermana Fanny. Percy acudió a buscarla, pero no pudo evitar que ella se suicidara. Y antes de que 1816 terminara, en diciembre, también se suicidaba la esposa de Percy.

Los abogados de Percy le aconsejaron casarse para facilitar la obtención de la custodia de sus hijos, de modo que él y Mary se casaron el 30 de diciembre. Mary se encontraba nuevamente embarazada. La boda supuso la reconciliación de Mary con su familia.

Al final, Percy no obtuvo la custodia de sus hijos, y él y Mary se mudaron a vivir con Claire, que había tenido una niña, a Marlow. Allí, en sptimbre de 1817, Mary dio a luz a su hija Clara.

Durante ese tiempo, Mary consiguió terminar su novela «Frankenstein o el Moderno Prometeo», que se publicó en enero de 1818 anónimamente. El público y los críticos asumieron que Percy era el autor. Mary había publicado ya en noviembre del año anterior sus diarios del viaje de 1814 junto con un poema de Percy en un volumen titulado «Historia de Una Excursión de Seis Semanas».

La pareja seguía acuciada por las deudas, y había un serio temor a que Percy fuera a la cárcel. Por ello, decidieron mudarse a vivir a Italia. Marcharon en marzo de 1818 junto con Claire y su hija, sin intención de regresar a Inglaterra.

 

Exilio en Italia

Tras entregar a la hija de Claire a su padre, quien había accedido a criarla, en Venecia, el grupo comenzó una existencia nómada. Nunca permanecían mucho tiempo en ningún lugar, y se dedicaban a escribir, estudiar y acumular nuevas amistades.

Por desgracia, Mary tuvo que sufrir la pérdida de sus dos hijos con pocos meses de diferencia, la niña en septiembre de 1818 y el niño en junio del año siguiente. El dolor de estas pérdidas distanció a Mary de su marido, haciendo que se refugiara en la escritura aunque al fin, se reconciliaron, y en noviembre de ese año, nació su hijo Percy Florence.

Dibujo que muestra a Percy Florence Shelley adulto
Percy Florence Shelley (1819-1889)

 

Los años en Italia fueron muy productivos para la pareja.

Mary escribió durante ese periodo la novela autobiográfica «Mathilda», la novela histórica «Valperga» y dos obras de teatro: «Prosperine» «Midas». 

portada de la novela Mathilda de Mary Shelley
«Mathilda» de Mary Shelley (1819)

La publicación de estas obras le sirvió para ayudar económicamente a su padre.

Sin embargo, su salud no era buena, y a menudo estaba deprimida.

En el verano de 1822, se hallaba nuevamente embarazada. La pareja, junto con Claire y otros amigos, se mudó a una aislada villa en la costa. Pero lo remoto y aislado del lugar no gustaban a Mary, que se sentía muy infeliz. En junio sufrió un aborto que casi le cuesta la vida. Sólo la idea de Percy de meterla en una bañera con hielo para detener la hemorragia evitó lo peor. Sin embargo, el poeta se mostraba más interesado en otras mujeres que en su deprimida esposa, y la relación se resintió.

Por desgracia, aquel verano de 1822 sería el último para Percy. A principios del mes de julio,junto con un amigo, se embarcó hacia Livorno, donde se encontraron con Byron. Al regreso, el barco naufragó y días después, el mar devolvió los cadáveres a la playa.

Regreso de Mary Shelley a Inglaterra

Muerto Percy, Maty pasaría junto con su hijo Percy Florence, aún un año viviendo con sus amigos los Hunt en Génova. Durante ese tiempo, se dedicó a transcribir los poemas de Byron. Deseaba concentrarse en su obra y la crianza de su hijo, pero su situación económica era bastante precaria, por lo que decidió volver a Inglaterra.

Al principio, vivió con su padre y su madrastra, hasta que recibió ayuda de su suegro, y pudo trasladarse a vivir sola con su hijo. El padre de Percy aceptó entregarle una suma anual a su nieto, pero siempre se negó a conocer a Mary en persona.

Ella se dedicó a editar los poemas de Percy y publicar su obra, de la misma manera en que lo hiciera su padre con los escritos de su madre.

En 1826, su hijo se convirtió en el heredero de sir Thimothy Shelley, al morir el hijo que Percy tuviera con su primera esposa. Esto mejoró la situación económica de madre e hijo, aunque su suegro continuó tan hostil hacia ella como siempre.

 

portada de la novela El último hombre de Mary Shelley
«El Último Hombre» de Mary Shelley (1826)

Aquel mismo año, publicó su novela «El Último Hombre» (The Last Man), novela futurista de tintes apocalípticos.

Emprendió labores editoriales ayudando a algunos escritores y poetas a publicar homenajes y biografías de Percy o Byron. También durante esos años conoció a escritores como el norteamericano Wafington Irving.

Entre 1827 y 1840, continuó compaginando su tarea de editora con la de escritora. Publicó las novelas «Perkin Warbeck» (1830), «Lodore» (1835) y «Falkner»(1837).  Siguió ayudando a su padre económicamente, mientras publicaba artículos en revistas para mujeres y colaboraba en la edición de obras científicas de autores extranjeros.

retrato de Mary Shelley con la portada de su novela Frankenstein

En 1830, vendió los derechos para una nueva edición de su novela más famosa.

Tras la muerte de su padre, en 1836, se dedicó a reunir y todos sus escritos con la intención de publicarlos, pero nunca llegó a hacerlo. Sí continuó publicando y promocionando la obra de su difunto esposo, quien para 1837 era ya un poeta ampliamente reconocido.

Ella continuó teniendo amantes durante todos aquellos años, como el escritor francés Prospere Merime, con quien mantuvo una relación. Sin embargo, su mayor preocupación era su único hijo superviviente. Con la ayuda de sir Timothy, pudo darle una buena educación. Él se especializó en ciencias políticas y nunca mostró inclinaciones literarias, aunque siempre due devoto de su madre.

 

El legado de Mary Shelley

Tras acabar la universidad, su hijo fue a vivir con ella, y juntos viajaron por Europa. Mary plasmaría esos viajes en diversas obras publicadas entre 1841 y 1843 llamadas «Caminatas». En 1844, sir Timothy falleció, con lo que Percy Florence tomó posesión de su herencia. Por fin, madre e hijo fueron financieramente independientes. Cuando su hijo se casó, ella fue a vivir con él y su esposa, con la que mantuvo una buena relación.

Sus últimos años estuvieron dominados por las múltiples enfermedades que sufrió. Hasta que en febrero de 1851, falleció de lo que su médico diagnosticó como un tumor cerebral. Durante su vida, su mayor dedicación fue la escritura. Su padre la alentó de niña, y su esposo siempre la animó a que encontrara su lugar en el mundo literario. Esto lo consiguió durante su vida, pero tras su muerte, fue principalmente recordada como la esposa de Percy Shelley o la autora de Frankenstein.

No fue hasta los 80 del siglo XX cuando la percepción que se tenía de su valor como autora comenzó a cambiar. Su obra, que apenas era conocida, a excepción de Frankenstein, y ésta sólo a través de sus numerosas adaptaciones al teatro, cine y televisión, comenzó a ser publicada y reconocida. En los últimos tiempos, su reputación como autora ha mejorado mucho, siendo considerada como una de las principales exponentes del Romanticismo.

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También te sugiero que veas este vídeo:https://www.youtube.com/watch?v=cdVurBZ9WXg

 

«El Hoyo» (mini relato de terror)

No sabe cuánto rato lleva allí abajo. Pero el caso es que ya empiezan a fallarle las fuerzas. Creía haber sido tan astuto, tan cuidadoso memorizando por la mañana las zanjas que bordeaban el camino. Sin embargo, de noche todo es tan distinto. Uno pierde los puntos de referencia. Cuando pasó por ese mismo lugar al ir al trabajo, había luz abundante y numerosos trabajadores afanándose como hormiguitas alrededor de las aberturas en la tierra.

Pero al salir de la fábrica ya era noche cerrada. Una desapacible noche de invierno. Llovía, y el camino que se le antojaba tan familiar era ahora un negro abismo de límites indefinidos ¿Cuántas veces había ido campo a través para llegar a su casa después del trabajo? Incontables. Sin embargo, no había dado ni diez pasos cuando sus pies resbalaron, y fue a dar con sus huesos en el fondo de uno de aquellos hoyos, ahora convertido en un lodazal.

No se había hecho daño, y pasada la primera impresión, se dispuso a trepar por la pared para salir. Mas una y otra vez sus esfuerzos eran en vano, pues sus manos y pies se hundían y resbalaban en el húmedo barro sin impulsarle un centímetro más hacia la boca del hoyo. Y la lluvia seguía. Gritó varias veces, sin demasiadas esperanzas. Sabía que estaba lejos de cualquier camino. Además, el ruido de la lluvia, cada vez más fuerte haría muy difícil, sino imposible que alguien pudiera oírle.

Al límite de sus fuerzas, hizo un nuevo y desesperado intento de trepar. Las paredes reblandecidas por la lluvia comenzaban a desmoronarse. Sin nada sólido en lo que apoyarse, cayó una vez más al fondo del hoyo. La última vez. Mientras la boca y la nariz se le llenaban de lodo espeso, su mente viajó hasta su hogar, no muy lejos de allí, donde su mujer y su hijita recién nacida le esperarían en vano. Eso sí, secas y calentitas.