Mary Shelley, la madre de la ciencia ficción

En efecto, podemos catalogar a Mary Shelley como la madre de la ciencia ficción, ya que fue autora de «Frankenstein o el Nuevo Prometeo», obra considerada como la primera de este género.

Si te interesan novelas como ésta, no dejes de leer esta entrada/

Mary Wollstonecraft, filósofa, feminista y madre de Mary Shelley

retrato de la filósofa Mary Wollstonecraft
Mary Wollstonecraft (1759-1797), madre de Mary Shelley

Mary Shelley (nacida Mary Wollstonecraft Godwin) vino al mundo el 30 de agosto de 1797 en Londres.

Su madre fue la filósofa feminista Mary Wollstonecraft y su padre, William Godwin, escritor y político precursor de las ideas anarquistas.

 

La madre de Mary fue una mujer poco común para su época que consiguió vivir y establecerse como escritora.

Retrato del escritor y político William Godwin
William Godwin (1756-1836), padre de Mary Shelley

Creía firmemente que las mujeres no son inferiores intelectualmente a los hombres, sino que reciben peor educación. 

Plasmó sus ideas que anticipan el feminismo en su obra «Vindicación de los derechos de la mujer» de 1792, donde afirmaba que las mujeres debían ser tratadas como seres racionales igual que los hombres.

En 1794, dio a luz a una niña a la que llamó Fanny, producto de su relación con el aventurero americano Gilbert Imlay. Fracasada esta relación, comenzó otra con William Godwin al que ya conocía de antes. Cuando quedó nuevamente embarazada, decidieron casarse. Godwin aceptó a la hija que Mary había tenido antes, por lo que fue criticado.

Godwin era un filósofo y político radical que había sido sacerdote calvinista, pero que abandonó su carrera eclesiástica.

En plena Revolución Francesa, e influido por los enciclopedistas, se convirtió en un pionero de las ideas anarquistas.

 

 

 

Los primeros años

Retrato de Mary Shelley de niña
Los primeros años de Mary

Después de casarse, los Godwin se instalaron en Londres, y el 30 de agosto de 1797 Mary dio a luz a su segunda hija, que llevaría su mismo nombre.

Lamentablemente, hubo complicaciones en el parto, y 11 días después, la madre murió tras larga agonía. William quedó completamente devastado, ya que estaba profundamente enamorado de su esposa.

Imagen de un diario manuscrito
Página del diario del padre de Mary en la que narra su nacimiento.

De modo que William se quedó sólo a cargo de dos niñas, su hija recién nacida y la de su esposa.

Un año después, publicó unas memorias hablando de su difunta esposa, las cuales pretendió que fueran un tributo, pero que relataban las poco convencionales circunstancias de vida de la filósofa, y por ello, fueron consideradas escandalosas.

En 1801, William volvió a casarse, esta vez con su vecina, Jane Clairmont, una viuda que ya tenía dos hijos. La relación de Mary con su madrastra fue siempre mala, no así con sus hermanastros. Junto a su nueva esposa, William, fundó una librería.

La educación de Mary fue bastante informal. Tenía acceso a la biblioteca de su padre y pudo leer las obras de su madre, por la que sentía una gran devoción. También tuvo contacto con los numerosos intelectuales de todo tipo que visitaban a su padre.

Aunque éste no la educara siguiendo la filosofía de su difunta madre, Mary recibió una educación bastante adelantada para una niña de su época. Las lecturas y el ambiente intelectualmente estimulante tuvieron su efecto, y con sólo 10 años, Mary compuso un breve poemario que encantó a su padre.

En 1812, William envió a Mary de 15 años a vivir con una familia amiga a Escocia. La joven permanecería allí por 10 meses. Y nuevamente en 1813. Mary regresaría definitivamente a Londres en 1814. Entre ambas estancias en el norte, debió de conocer al poeta Percy Shelley.

 

 

Percy Shelley

Retrato del poeta Percy Shelley
Percy Shelley (1792-1822)

Éste era un joven aristócrata, pero seguidor de las ideas radicales y la doctrina anarquista que propugnaba el padre de Mary. A pesar de su juventud, estaba ya casado y tenía dos hijos. Pero no dudaba en abandonar a su familia para hacer visitas frecuentes a la librería de los Godwin. Allí conocería a Mary que por entonces tenía 16 años.

El joven había prometido hacerse cargo de las deudas de William Godwin, que eran muy cuantiosas, pero después de un tiempo, no cumplió su promesa.

Percy y Mary se encontraban secretamente junto a la tumba de la madre de la joven, a donde ella solía huir de las desavenencias con su madrastra. Ambos se enamoraron y comenzaron una relación. El padre de Mary la dasaprobaba temiendo la ruina de la reputación de su hija.

Sin embargo, Mary decidió escaparse con su amante. En junio de 1814 huyeron a Francia llevandose con ellos a Claire Clairmont, hermanastra de Mary. Viajaron por Francia y Suiza, aunque al quedarse sin dinero, tuvieron que regresar a Inglaterra, a donde llegaron en septiembre de aquel mismo año.

Se encontraron entonces, a su regreso a Londres, sin dinero y con Mary embarazada. Ella se sintió consternada cuando su padre se negó a ayudarla. Sin embargo, la pareja, junto con Claire, continuó dedicándose a la literatura y a recibir a los amigos de Percy, mientras eran acosados por los acreedores. En febrero de 1815, Mary dio a luz a una niña prematura que murió.

 

Retrato del segundo hijo de Mary Shelley con 3 años
William Shelley (1816-1819)

Mary se sumió en una profunda depresión por la pérdida de su hija. Sin embargo, pronto quedó nuevamente embarazada, y la situación económica de la pareja mejoró cuando Percy recibió la herencia de su abuelo. En enero de 1816, nació William. su segundo hijo.

El año sin verano y el monstruo de Frankenstein

Retrato de Mary Shelley joven
Mary Shelley en su juventud

En mayo de 1816, la joven familia y Claire Clairmont viajaron a Suiza. Tenían la intención de pasar el verano a orillas del lago de Ginebra en compañía del poeta Lord Byron.

Claire, la hermanastra de Mary, había tenido un romance con él, y se hallaba ambarazada.

En Ginebra se reubieron con Lord Byron y su amigo el joven médico John William Polidori, y alquilaron una casa para pasar el verano.

Imagen de la casa llamada Villa Diodati
Villa Diodati junto al lago Ginebra

Aquel año de 1816 es conocido como el año sin verano, a causa de la erupción del volcán Tambora en Indonesia, que cubrió el cielo de cenizas causando el descenso de las temperaturas en todo el mundo.

Debido a ello, el tiempo era frío y lluvioso, obligando al grupo de amigos a permanecer encerrados en la casa días y días. Durante aquellas interminables jornadas, se dedicaban a charlar de los temas más en voga del momento. Y ninguno estaba más de actualidad que los incesantes avances científicos que se estaban realizando, y más convretamente, los relativos a la electricidad.

La sociedad culta del momento estaba fascinada por los asombrosos experimentos realizados en este campo por numerosos científicos, aplicando corrientes eléctricas a cuerpos sin vida, y observando con asombro los resultados.

El grupo de amigos pasaban el tiempo comentando los experimentos de Erasmus Darwin entre otros, de quien se decía que había logrado animar cadáveres. Discutían animadamente sobre las posibilidades de esa revolucionaria técnica, y amenizaban las horas delante del fuego leyendo historias de fantasmas. En este ambiente, un día Byron propuso al grupo que cada uno escribiera su propia historia sobrenatural.

 

página manuscrita de la novela Frankenstein
Borrador de «Frankenstein»

Tanto Byron como Shelley, ambos poetas, abandonaron pronto la idea. Sin embargo, Mary se lo tomó como un reto, y comenzaba a sentirse frustrada porque no se le ocurría nada, hasta que pocos días después, durante una noche de tormenta, tuvo una pesadilla que sería la inspiración para su fabulosa historia.

En septiembre Mary, Percy y Claire regresaron a Inglaterra y se instalaron en Bath, donde esperaban que el embarazo de Claire pasara desapercibido. Allí, Mary recibió una carte desesperada de su medio hermana Fanny. Percy acudió a buscarla, pero no pudo evitar que ella se suicidara. Y antes de que 1816 terminara, en diciembre, también se suicidaba la esposa de Percy.

Los abogados de Percy le aconsejaron casarse para facilitar la obtención de la custodia de sus hijos, de modo que él y Mary se casaron el 30 de diciembre. Mary se encontraba nuevamente embarazada. La boda supuso la reconciliación de Mary con su familia.

Al final, Percy no obtuvo la custodia de sus hijos, y él y Mary se mudaron a vivir con Claire, que había tenido una niña, a Marlow. Allí, en sptimbre de 1817, Mary dio a luz a su hija Clara.

Durante ese tiempo, Mary consiguió terminar su novela «Frankenstein o el Moderno Prometeo», que se publicó en enero de 1818 anónimamente. El público y los críticos asumieron que Percy era el autor. Mary había publicado ya en noviembre del año anterior sus diarios del viaje de 1814 junto con un poema de Percy en un volumen titulado «Historia de Una Excursión de Seis Semanas».

La pareja seguía acuciada por las deudas, y había un serio temor a que Percy fuera a la cárcel. Por ello, decidieron mudarse a vivir a Italia. Marcharon en marzo de 1818 junto con Claire y su hija, sin intención de regresar a Inglaterra.

 

Exilio en Italia

Tras entregar a la hija de Claire a su padre, quien había accedido a criarla, en Venecia, el grupo comenzó una existencia nómada. Nunca permanecían mucho tiempo en ningún lugar, y se dedicaban a escribir, estudiar y acumular nuevas amistades.

Por desgracia, Mary tuvo que sufrir la pérdida de sus dos hijos con pocos meses de diferencia, la niña en septiembre de 1818 y el niño en junio del año siguiente. El dolor de estas pérdidas distanció a Mary de su marido, haciendo que se refugiara en la escritura aunque al fin, se reconciliaron, y en noviembre de ese año, nació su hijo Percy Florence.

Dibujo que muestra a Percy Florence Shelley adulto
Percy Florence Shelley (1819-1889)

 

Los años en Italia fueron muy productivos para la pareja.

Mary escribió durante ese periodo la novela autobiográfica «Mathilda», la novela histórica «Valperga» y dos obras de teatro: «Prosperine» «Midas». 

portada de la novela Mathilda de Mary Shelley
«Mathilda» de Mary Shelley (1819)

La publicación de estas obras le sirvió para ayudar económicamente a su padre.

Sin embargo, su salud no era buena, y a menudo estaba deprimida.

En el verano de 1822, se hallaba nuevamente embarazada. La pareja, junto con Claire y otros amigos, se mudó a una aislada villa en la costa. Pero lo remoto y aislado del lugar no gustaban a Mary, que se sentía muy infeliz. En junio sufrió un aborto que casi le cuesta la vida. Sólo la idea de Percy de meterla en una bañera con hielo para detener la hemorragia evitó lo peor. Sin embargo, el poeta se mostraba más interesado en otras mujeres que en su deprimida esposa, y la relación se resintió.

Por desgracia, aquel verano de 1822 sería el último para Percy. A principios del mes de julio,junto con un amigo, se embarcó hacia Livorno, donde se encontraron con Byron. Al regreso, el barco naufragó y días después, el mar devolvió los cadáveres a la playa.

Regreso de Mary Shelley a Inglaterra

Muerto Percy, Maty pasaría junto con su hijo Percy Florence, aún un año viviendo con sus amigos los Hunt en Génova. Durante ese tiempo, se dedicó a transcribir los poemas de Byron. Deseaba concentrarse en su obra y la crianza de su hijo, pero su situación económica era bastante precaria, por lo que decidió volver a Inglaterra.

Al principio, vivió con su padre y su madrastra, hasta que recibió ayuda de su suegro, y pudo trasladarse a vivir sola con su hijo. El padre de Percy aceptó entregarle una suma anual a su nieto, pero siempre se negó a conocer a Mary en persona.

Ella se dedicó a editar los poemas de Percy y publicar su obra, de la misma manera en que lo hiciera su padre con los escritos de su madre.

En 1826, su hijo se convirtió en el heredero de sir Thimothy Shelley, al morir el hijo que Percy tuviera con su primera esposa. Esto mejoró la situación económica de madre e hijo, aunque su suegro continuó tan hostil hacia ella como siempre.

 

portada de la novela El último hombre de Mary Shelley
«El Último Hombre» de Mary Shelley (1826)

Aquel mismo año, publicó su novela «El Último Hombre» (The Last Man), novela futurista de tintes apocalípticos.

Emprendió labores editoriales ayudando a algunos escritores y poetas a publicar homenajes y biografías de Percy o Byron. También durante esos años conoció a escritores como el norteamericano Wafington Irving.

Entre 1827 y 1840, continuó compaginando su tarea de editora con la de escritora. Publicó las novelas «Perkin Warbeck» (1830), «Lodore» (1835) y «Falkner»(1837).  Siguió ayudando a su padre económicamente, mientras publicaba artículos en revistas para mujeres y colaboraba en la edición de obras científicas de autores extranjeros.

retrato de Mary Shelley con la portada de su novela Frankenstein

En 1830, vendió los derechos para una nueva edición de su novela más famosa.

Tras la muerte de su padre, en 1836, se dedicó a reunir y todos sus escritos con la intención de publicarlos, pero nunca llegó a hacerlo. Sí continuó publicando y promocionando la obra de su difunto esposo, quien para 1837 era ya un poeta ampliamente reconocido.

Ella continuó teniendo amantes durante todos aquellos años, como el escritor francés Prospere Merime, con quien mantuvo una relación. Sin embargo, su mayor preocupación era su único hijo superviviente. Con la ayuda de sir Timothy, pudo darle una buena educación. Él se especializó en ciencias políticas y nunca mostró inclinaciones literarias, aunque siempre due devoto de su madre.

 

El legado de Mary Shelley

Tras acabar la universidad, su hijo fue a vivir con ella, y juntos viajaron por Europa. Mary plasmaría esos viajes en diversas obras publicadas entre 1841 y 1843 llamadas «Caminatas». En 1844, sir Timothy falleció, con lo que Percy Florence tomó posesión de su herencia. Por fin, madre e hijo fueron financieramente independientes. Cuando su hijo se casó, ella fue a vivir con él y su esposa, con la que mantuvo una buena relación.

Sus últimos años estuvieron dominados por las múltiples enfermedades que sufrió. Hasta que en febrero de 1851, falleció de lo que su médico diagnosticó como un tumor cerebral. Durante su vida, su mayor dedicación fue la escritura. Su padre la alentó de niña, y su esposo siempre la animó a que encontrara su lugar en el mundo literario. Esto lo consiguió durante su vida, pero tras su muerte, fue principalmente recordada como la esposa de Percy Shelley o la autora de Frankenstein.

No fue hasta los 80 del siglo XX cuando la percepción que se tenía de su valor como autora comenzó a cambiar. Su obra, que apenas era conocida, a excepción de Frankenstein, y ésta sólo a través de sus numerosas adaptaciones al teatro, cine y televisión, comenzó a ser publicada y reconocida. En los últimos tiempos, su reputación como autora ha mejorado mucho, siendo considerada como una de las principales exponentes del Romanticismo.

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